Pulgas, garrapatas, ácaros, gusanos intestinales… Aunque muchas veces no los vemos, los parásitos están al acecho durante todo el año y pueden poner en riesgo la salud de nuestras mascotas. Por eso, la prevención es clave. En este artículo te explicamos qué tipos de parásitos pueden afectar a perros y gatos, qué consecuencias pueden tener y qué medidas debes tomar para mantener a tu compañero peludo protegido.
¿Qué tipos de parásitos pueden afectar a tu mascota?
Existen dos grandes tipos de parásitos: externos e internos, y ambos pueden ser igual de perjudiciales.
Parásitos externos
- Pulgas: además de provocar picor intenso, pueden causar dermatitis alérgica y transmitir otros parásitos como la tenia.
- Garrapatas: se alimentan de la sangre del animal y pueden transmitir enfermedades graves como la ehrlichiosis o la babesiosis.
- Ácaros: responsables de enfermedades como la sarna o la otitis externa.
- Mosquitos y flebótomos: pueden transmitir enfermedades como la filariosis (gusano del corazón) o la leishmaniosis.

Parásitos internos
- Gusanos intestinales (ascaris, anquilostomas, tenias…): afectan principalmente al aparato digestivo, provocando diarreas, vómitos o pérdida de peso.
- Protozoos como la giardia: pueden causar problemas gastrointestinales, especialmente en animales jóvenes.
- Filarias (gusanos del corazón): se transmiten por mosquitos y afectan al corazón y los pulmones, siendo potencialmente mortales.
Muchos de estos parásitos también pueden afectar a los humanos, especialmente a los niños, por lo que la prevención no solo protege a tu mascota, sino también a tu familia.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Los síntomas varían según el tipo de parásito, pero algunos signos de alarma son:
- Rascado constante o zonas sin pelo
- Pérdida de peso o apetito
- Vómitos o diarrea
- Abdomen hinchado (en cachorros)
- Debilidad o apatía
- Tos persistente (en casos de filariosis)
- Presencia de parásitos en las heces o en el pelaje
Ante cualquier síntoma sospechoso, es fundamental acudir al veterinario para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Claves para una buena prevención
Prevenir es más fácil, económico y seguro que tratar una infestación. Estas son algunas recomendaciones para mantener a tu mascota protegida:
- Desparasitación externa regular con pipetas, collares, sprays o comprimidos, según las necesidades del animal y su estilo de vida.
- Desparasitación interna cada 3 meses (o según indique el veterinario), especialmente si tu mascota sale al exterior o convive con niños.
- Revisión veterinaria periódica, donde se evalúa su estado de salud y se ajusta el plan antiparasitario.
- Limpieza frecuente del entorno: camas, mantas y juguetes también pueden albergar huevos o larvas.
- Evitar paseos en zonas de riesgo, como áreas con muchas garrapatas o aguas estancadas.
- Vacunación al día, ya que algunas enfermedades parasitarias pueden empeorar si el sistema inmunológico está debilitado.

¿Qué productos son más eficaces?
Existen en el mercado muchos productos para prevenir parásitos, pero no todos son adecuados para cualquier mascota. Factores como el peso, la edad, posibles alergias o enfermedades previas deben tenerse en cuenta.
Por eso, lo ideal es que el plan antiparasitario sea personalizado. En Caservet trabajamos con productos seguros, eficaces y adaptados a las necesidades concretas de cada animal. Nuestro equipo te asesorará para que tu mascota esté protegida durante todo el año, sin riesgos ni complicaciones.
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